Es difícil ser abogado en Cali?

La pregunta es pertinente a raíz de las dificultades técnicas que los abogados caleños experimentamos para el ejercicio de la abogacía desde el atentado terrorista que semidestruyó el tan odiado edificio donde la rama judicial tenía su sede en Cali. Desde ese día tan negro hemos visto cómo el lugar de trabajo de los jueces y sus empleados se reducen a incómodos apartamentos donde da lo mismo apilar los procesos en baños o en lavaderos que en cocinas. Y hemos visto como nuestro espacio vital se ve dramáticamente reducido en dichos lugares a la hora de ir a consultar por nuestros procesos.

Puede que como seres humanos, los abogados caleños nos adaptemos a este tipo de dificultades, pero estas no son un factor determinante para responder a la pregunta planteada en el titulo de esta entrada. ¿Es difícil ser abogado en Cali?, es una pregunta que encierra un trasfondo subjetivo porque cada quien la responderá de acuerdo a como le haya ido en el baile. Puedes ser un abogado exitoso en esta ciudad y tener buenos contactos que te faciliten la práctica legal (sobre todo a la hora de conseguir y retener los clientes), y por consiguiente, decir que es fácil ser abogado en esta ciudad. Por otro lado, puedes ser un abogado que esté pasando por un momento difícil y es seguro que tu respuesta será negativa. Pero intentemos responderla a partir de puntos comunes.

Para empezar, qué aspectos hacen fácil, o difícil, la practica del derecho en Cali?. Un aspecto de gran importancia es el mercado mismo. En este caso, en Cali nos enfrentamos a un mercado jurídico conformado por una ciudad con el 85% de sus ciudadanos en la pobreza. Esto significa que existen consumidores de servicios jurídicos en potencia que desean demandar estos servicios pero que probablemente no podrán, ni querrán, costearlos. Por otro lado, encontramos algo pintoresco en este mercado, y es que la gente de alguna forma sabe mucho de derecho (o creen que saben), lo cual juega en contra de los abogados sencillamente porque estamos perdiendo unos clientes potenciales por el sólo hecho de que estos preferirán consultarle sus asuntos a un vecino que a quien estudió para resolverlos más eficientemente, o bien, se fiarán de conocimientos previos a partir de experiencias personales o de conocidos. De este modo, estamos frente a un mercado que no valorará a los abogados porque subestiman su función en la sociedad, al creer que somos simples seres que hacen lo que ellos ya sabían hacer de antemano (y la lógica es simple: si lo se hacer de antemano, por qué pagar por ello?)

Un segundo factor que juega en contra del ejercicio de la profesión en Cali se debe a los abogados mismos. En mi caso particular he detectado que los abogados en lugar de convertirse en apoyo para sus colegas (al estilo de los médicos) muchas veces se terminan convirtiendo en piedras en el zapato para ellos, en muchos de esos casos es debido a que se sienten amenazados y temen perder potenciales clientes (o clientes ya establecidos). El mismo ejercicio de la profesión no ayuda, ya que los más apasionados ven el ejercicio del derecho como una batalla campal entre dos partes, se apasionan en exceso y ven a sus colegas de la contraparte como enemigos a derrotar sin importar a qué clase de tácticas non sanctas se recurra, incluso aun más allá del marco del proceso en especifico. Tal vez esto ocurra en otras partes del país, pero en Cali esto parece profundizarse aun mas quizá por lo pequeño que resulta ser el mercado para los abogados, como se dio a entender anteriormente.

Un tercer factor que está relacionado con el segundo, y que juega un papel ambivalente a la hora de responder nuestra pregunta, es la rosca que va acompañada con arribismo. No se cómo sea este aspecto en otras ciudades, pero en Cali se le da un excesivo valor a los contactos personales y a pretender pagar favores a personas que no suelen ser las más calificadas para asumir un determinado proceso judicial. No es que sea malo tener buenos contactos y mantener cerca a aquellos que puedan ayudarnos en el futuro, ya que eso facilita el ejercicio del derecho enormemente, pero si abusas excesivamente de esos contactos, terminarás creando un circulo cerrado que terminará jugando en tu contra tarde o temprano, dado que se corre el riesgo de caer en situaciones no éticas con tal de tener contento a ese amigo que alguna vez te ayudó o que le dio trabajo a ese sobrino que estaba mal ubicado.

Este mismo aspecto juega en contra de aquellos abogados que, no obstante sus grandes conocimientos y preparación impecable, desafortunadamente no cuentan con la palanca necesaria para ubicarse en esta ciudad. El triste resultado de todo esto es que Cali termina convirtiéndose en una ciudad donde para ejercer el derecho de una forma más cómoda tienes que ser amigo de X o Y persona, dejando de lado la meritocracia en detrimento de la calidad de los servicios ofrecidos.

Finalmente, el gran aspecto que juega en contra del ejercicio de la abogacía (y aquí no sólo hablo de Cali sino de toda Colombia), es el articulo 31 núm. 1 de la Ley 1123 de 2007. En mi opinión, considerar la creatividad como una falta al decoro profesional contribuye a que el ejercicio de la profesión sea difícil en una ciudad puesto que no se logra atraer clientes de forma efectiva. A diferencia de los cirujanos estéticos, el abogado simplemente no puede pagar por un anuncio creativo en una revista o por un volante llamativo simplemente porque este articulo se lo prohíbe. Y cuál es el resultado lamentable de esto? que la creatividad en esta carrera se ve castrada en este aspecto, limitando la promoción de nuestras habilidades como abogados a un escueto y gris clasificado en un periódico que la gente muchas veces no lee, dejando en las tinieblas las habilidades de aquellos abogados que no son arribistas y haciendo más difícil posicionarse en el mercado caleño (entre otras cosas, un mercado que suele ser más propenso a darle valor a aquello que tiene una publicidad más creativa, directa y colorida).

Entonces, es difícil ser abogado en Cali? En mi opinión personal, depende. Pero no depende de la rosca ni de la suerte ni de si saliste de esta universidad o la otra. Eso depende enteramente de usted, señor abogado, de la forma en que esté afrontando los tiempos difíciles, de la forma en que sortee los obstáculos socio legales que tenemos para ejercer nuestra profesión con decoro, de la forma en que esté tratando a los muchos o pocos clientes que usted tenga. En este sentido, nuestra creatividad como abogados juega un papel clave a la hora de desenvolvernos profesionalmente de forma más fácil en esta ciudad. Porque cuando las cosas se hacen bien hechas, y en un marco de ética y de respeto, es imposible que las cosas no se faciliten para usted.

En cualquier caso, querido lector, esta pregunta también se responderá con sus opiniones y experiencias personales al respecto. No dude en compartirlas, por lo tanto. Buena suerte.

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