
Como muchos sabrán, en mi hoja de contacto jamás ha habido una dirección, lo cual se debe a que, obviamente, no tengo una oficina.
Como este ha sido un tema bastante recurrente entre quienes solicitan mis servicios, que se aterran porque yo ofrezco mis servicios por internet y porque, en caso de ser necesaria una consulta presencial, los cito en un lugar neutral (que suele ser la Notaria 6, con quienes trabajo los temas de Insolvencia de la PNNC, un Centro de Conciliación con el cual trabajo, un Centro Comercial muy conocido aquí en Cali por lo cómodo, o el Palacio de Justicia, en caso de que se requiera ver un proceso) he decido hablar de este tema a partir de mi experiencia sin oficina.
¿Por qué no tengo oficina? Antes de responder a esa pregunta de los clientes, les cuento que yo ya tuve oficina en el año 2013. Era una oficina que compartía con otro abogado en el Centro de Cali. Y aunque el arrendamiento era económico, decidí no volver a usarla por una razón muy simple: Yo mantengo más en la calle debido a la revisión de los procesos y las Audiencias, tanto judiciales como de insolvencia económica que presido, y no me siento a gusto redactando demandas y artículos en una oficina sino en mi casa, en horas de la noche.
Algunos se toman el hecho de que yo no tenga una oficina con mucha calma y acceden a contratarme, de lo cual no se arrepienten. Otros, optan por buscar comodidad al contratar un abogado que les ofrezca la dulce experiencia de tener que buscar un transporte para llegar hasta donde están, un cafecito en una sala de espera o una revista de hace 9 mil años en algún anaquel polvoriento.
A partir de esa corta experiencia, y de los comentarios que he recogido de los otros abogados que si tienen una, es que he decidido tratar de contestar a esa pregunta a partir del análisis de las razones a favor y en contra de tener una oficina. Esto será de mucha utilidad para aquellos abogados recién egresados que deseen seguir el camino de la independencia.
Advierto que muchas de las razones que verán a continuación son subjetivas porque parten no sólo de la experiencia de muchos abogados, sino de la mía propia y por ello añado mis propias razones para no tenerla.
Razones para no tener una oficina:
No vale la pena tener una oficina porque:
– En el siglo de la información da lo mismo en dónde estés para hacer tu trabajo: De hecho, gracias a internet, esto es lo más parecido que tengo a una oficina. Y para ponerles un ejemplo, cuando tenía oficina, si salía algo delicado en un proceso tenía que ir a la oficina a revisar el expediente del cliente, luego de lo cual tenía que redactar el memorial y luego presentar el condenado oficio.
Sin oficina, por el contrario, el expediente de mis clientes está en una memora USB, o en la nube, lo cual lo hace accesible en cualquier momento. De modo que si sale algo urgente en un juzgado simplemente me dirijo a un café internet que esté al lado, hago lo que tengo que hacer, y presento todo el mismo día. Luego de lo cual voy a mi casa a descansar.
– La oficina, en realidad, sólo la disfrutan tus clientes: No hay mucho que decir en este punto, porque es lógico: Las oficinas se crean para atraer más clientes, se dotan de mobiliario para que los clientes se sientan cómodos, se ponen revistas a su disposición para que se entretenga mientras te esperan, y debes mantener limpio el lugar sólo por ellos. ¿Pero qué hace el abogado independiente en una oficina cuando no hay clientes? Si, adelantar trabajo, ¿Y luego?
– La oficina delata tu ubicación a quienes te quieran hacer daño y de quienes quieran abusar de tu tiempo: Para nadie es un secreto que en esta profesión hay mucho desadaptado que no dudaría en hacerte daño sólo porque hiciste o dijiste algo que no le gustó. En mi caso, he recibido dos amenazas de cretinos que se quedaron con las ganas de hacerme algo más por la sencilla razón de que no saben dónde vivo. Esto, sin mencionar algo que me pasó cuando tuve oficina: Un día cualquiera se aparecieron unas personas a solicitar una de las consultas gratuitas que ofrezco por mi blog, lo cual me quitó mucho tiempo valioso y me descontroló toda la agenda.
– La oficina es un símbolo de esclavitud contemporánea: En un especial de la BBC sobre la oficina, se afirmó a modo de introducción que “La oficina es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Es prácticamente el sitio en el que vivimos. Nuestros colegas y jefes nos ven más que nuestras familias”. Para luego el autor añadir que el trabajo de oficina le da a nuestra vida una estructura, un propósito y, en caso de necesidad, un significado.
¿Qué demonios tiene que ver un lugar de trabajo con el propósito de nuestra vida? ¿Acaso el propósito de la vida es trabajar encerrado en 4 paredes? NO, yo me niego a creer que sólo vinimos a este mundo a trabajar, y menos a trabajar en un lugar incomodo, como algunas oficinas que he visto!.
En lo personal, no quiero replicar por cuenta propia un lugar al que gran parte de la población humana va porque les toca y no porque quieren. Ni mucho menos quiero convertir un cubículo en una excusa para no ver a mi familia o para aislarme del resto de los mortales.
– La oficina genera gastos, así tengas o no clientes: No quiero ser dramático, pero en el ejercicio independiente de la abogacía existen meses malos en los que el recaudo baja considerablemente. En mi caso, esos meses son enero, febrero y el mes que toque para la semana santa. Son meses en los que no produces mucho, donde debes de estirar tus ingresos al máximo para poder mantener las exigencias de la sociedad moderna. ¡¿Pero adivina?!, ¡los gastos de tu oficina se mantienen estables el resto del año!
Esto empeora si la oficina no es propia, por aquello del pago del arriendo. Esto, sin contar la depreciación del mobiliario, el pago de los salarios de tus colaboradores (Vamos!, que una secretaria y un dependiente judicial también tienen una vida!) y el pago de los servicios públicos.
– Tener una oficina implica el mantenimiento de una infraestructura tecnológica costosa: Ah, no? Y entonces usted va a tener una oficina sin teléfono , internet o un computador? Y en este punto, vuelvo a la primera razón que indiqué para no tener oficina, ya que si vas a tener todo eso en un lugar estático, mejor compra un buen smartphone y aprende a usarlo. Te sorprenderás al saber que no sólo sirven para jugar Candy Crush y revisar el Facebook.
– Si compartes la oficina con otras personas, se generarán conflictos inevitablemente: En lo personal prefiero mantenerme alejado de los problemas con la gente, no porque no pueda lidiar con ellos sino porque tengo demasiadas cosas por hacer que pelear con gente por tonterías.
– Al final, genera estrés: Y yo prefiero evitar el estrés porque amo gozar de buena salud mental y de un riñón libre de alcohol en exceso. Esto último lo digo en serio, ya que una de las profesiones donde hay más alcohólicos es la abogacía. Y no descarto que una oficina tenga algo que ver con esto.
Razones para tener una oficina:
Pero no todo es negativismo. Existen otras razones de peso para tener una oficina en esta economía, entre las cuales se encuentran:
– Dan estatus. Y entre más grande sea, más estatus darán. No debe negarse que a muchos clientes les gusta conocer el abogado y el lugar donde este trabaja, ya que esto les da confianza, en especial si se mantiene actualizada la oficina en términos de diseño y mobiliario.
– Te ubica en el mapa. Porque al tener una oficina puedes ofertar más fácil tus servicios profesionales, no sólo con tus clientes sino con los vecinos de tu oficina, quienes por demás podrían ser grandes aliados a la hora de conseguir clientes. Incluso, una oficina te ayuda a referenciarte más fácil entre las demás personas que no te conozcan (Ej: a mi me atendió un fulanito que no sé cómo se llama pero que tiene la oficina en el edificio X)
– Te ayuda a no descuidar tu imagen profesional: Y es que al tener una oficina, el abogado o abogada que la tengan se verá forzado a levantarse temprano, a no trabajar en pijama o a cortarse el cabello al menos una vez al mes. En lo personal, esto es más un problema de autoestima, pero no niego que una oficina tiene el poder de obligarte a ser una persona que le de importancia a la elegancia al vestir y a convertir en hábito el levantarse temprano para hacer el trabajo.
– Crea un ambiente de formalidad: Y esto ocurre porque existen muchas personas que, a falta de oficina, llevan a sus clientes a sus casas o a lugares horrendos y mal presentados, como esas cafeterías deprimentes que suelen haber en el centro. Al menos con una oficina, tienes a donde llevar a tus clientes sin tener que pasar incomodidades, además de que te permite separar tu vida personal de la vida laboral.
– Te aburres menos: Al menos con una oficina, en tus ratos de ocio puedes hablar con el vecino de la oficina contigua, interactúas con tus empleados, o te entretienes pensando en todo lo que tienes que pagar de la oficina. Además, si tienes compañeros de trabajo, puedes celebrar sus fechas especiales!
Pero Doctor Muñoz, ¿entonces si vale la pena tener oficina, o no?
Al final, creo que esta pregunta no tiene una respuesta distinta a “depende” como quiera que el tener o no una oficina no es más que una decisión subjetiva sujeta enteramente a lo que tu quieras hacer con tu carrera.
Si eres un abogado independiente, que no puede, o no quiere, tener empleados, y con un volumen de clientes reducido, lo mejor es no tener una oficina. No sólo será un gasto elevado, sino que hoy en día existen múltiples maneras de sustituir una oficina. Maneras que van desde citar a tus clientes en un café o centro comercial, hasta alquilar una oficina por días (como las de Yoficce, en Cali)
Pero si eres un abogado que desea crear empresa, captar clientes de alto perfil o a los clientes empresariales (porque trabajar con empresas SIEMPRE requerirá una oficina) o simplemente quieres diferenciarte de otros profesionales, entonces DEBES tener una oficina.
Artículo editado el 16 de abril de 2015.
3 respuestas a “¿Vale la pena tener oficina? Razones para tener una oficina y razones para no tenerla”
Jajajaja me.he podido reír con su artículo Dr. me.siento identificado al 100% mi pregunta es el artículo es del 2018 a la fecha aún trabaja sin oficina? Estoy en ese dilema, tengo claro que es un tema de status e imagen.
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Sigo y seguiré sin oficina
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Mi nombre MARIA PIEDAD LOPEZ solicite ,i pension en Diciembre de 2014 empleada de la Rama Judicial, la pregunta cuando me salga la Resolucion, esta debe venir con el nuevo au,ento de 2015 y la nivelacion salarial de 2015. Una vez me notifique de la Resolucion cuando tengo tengo para retirarme y cuando Colpensiones a pagarme. Ademas como llevo 35 años laborando que pasa con las restantes semanas cotizadas. Si no estoy conforme con el ,monto de la pension en la resolucion debo firmar y entonces en cuanto a los recursos. De todas maneras debo renunciar a la Rama. Gracias
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