En un vídeo que está dando de qué hablar en las redes sociales, encontramos a este especímen que prueba, una vez más, la necesidad de exponer a tanto burro con tarjeta profesional que pulula en nuestra amada profesión.
Lo triste de que este coprófago indolente se encuentre en un juzgado no es que esté en el cargo (al cual habrá accedido gracias a que, probablemente, será la perra de algún Magistrado, o su amigo chirrete con el que juega fútbol y le dieron el puesto porque estaba varado). No, lo triste es que estos animales atropellan los derechos de las personas que acuden a sus despachos en búsqueda de justicia y terminan encontrando la intolerancia y la ramplonería característica de estos pseudoabogados.
El vídeo lo podrán ver aquí:
Al ver el vídeo, sorprende que el Juez, en su condición de Juez Especializado de Restitución de Tierras olvide los principios generales de esa Ley (que regula le procedimiento de restitución que él presidía), entre los cuales se encuentran el de buena fe, dignidad humana, y la garantía del debido proceso. El principio de la dignidad es el más importante, porque indica que las víctimas «serán tratadas con consideración y respeto, participarán en las decisiones que las afecten, para lo cual contarán con información, asesoría y acompañamiento necesario y obtendrán la tutela efectiva de sus derechos en virtud del mandato constitucional, deber positivo y principio de la dignidad»
Pero noooo, este cretino sólo con tres palabritas que dijo esa señora, concluyó que ella estaba mintiendo. Y todo esto apoyado en una falsedad del tamaño de la torre Eiffel, al decir que en el Urabá nunca hubo despojo de tierras. Sobre esto, el portal Verdad Abierta indicó que:
El en Urabá antioqueño el despojo de tierras fue una práctica sistemática desde 1995, aparecieron en su territorio las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu). Tal práctica tuvo un interés más allá de la confrontación contrainsurgente e involucró, al parecer, a inversionistas que se aprovecharon del abandono de predios rurales para apropiarse de las fincas a través de diversos mecanismos, unos legales, otros ilegales.
Así mismo, en la JEP se están recibiendo testimonios sobre este horrible episodio ocurrido en Antioquia, como pueden ver en este vídeo.
Lo peor de todo es que las víctimas del conflicto armado en Urabá denuncian que lso despojos de tierra continúan, por lo que estamos ante un asunto grave que NADIE debería negar, ya que al hacerlo se pone a sí mismo en una posición similar a la de un negacionista del holocausto nazi o el genocidio armenio.
En otras palabras, el Juez es un negacionista del Conflicto Armado Interno que ha desgastado este país. Y lo más grave de todo es que es un Juez de Restitución de Tierras que está pensando en esa forma. ¿Será acaso un paquete chileno, que han subido a ese cargo, los interesados en que no se restituyan las tierras a los campesinos de Urabá?
No voy a decir aquí si la señora tenía o no razón en su reclamo, si estaba mitiendo, o si los presentes cometieron alguna falta disciplinaria. Pero este Juez definitivamente merece entregar su tarjeta profesional y tirarsele a una buseta. Lo siento mucho si alguien se ofende con estas palabras, pero cuando un juez niega los principios generales del Derecho, trata de manera grotesca a las partes procesales (en especial a una señora de edad, y campesina) y amenaza con compulsa de copias a una Agente del Ministerio Público sólo porque le hizo una pregunta, no sólo no merece ser Juez, sino que tampoco merece vivir. La gente soberbia y bruta no merece nada.