aspectos jurídicos del coronavirus
aspectos jurídicos del coronavirus

Gracias al coronavirus, muchos abogados se han visto en la obligación de teletrabajar desde sus casas, y para algunos es una situación completamente extraña, hasta dura. Es entendible: el ejercicio del derecho es un oficio social, donde estamos en contacto con mucha gente y en donde arrastramos conceptos preconcebidos sobre cómo se debe ser abogado. Es por eso que el 90% de los abogados del país tienen oficina, sea solos o en sociedad con otros abogados.

En mi caso, el teletrabajo es básicamente mi día a día porque llevo casi 10 años siendo un abogado digital. Pero a raiz de un favor que me pidió una amiga (que antes tenía oficina pero ahora se ve forzada a cerrarla) de explicarle cómo ser más digital, me animé a escribir una serie de artículos dedicados a aquellos abogados obligados a confinarse por el Coronavirus. Hoy comienzo con consejos para abogados que estén haciendo teletrabajo.

¿Por qué me volví Abogado Digital?

En mayo de 2009 inicié mi vida laboral. Comencé como dependiente judicial en una firma de abogados en Cali, que aunque pequeña tenía siempre una nómina de unos cinco empleados y más de 400 procesos a cargo. En esos meses aprendí que tener una oficina de abogados no es nada glamuroso: Hay que reunir dinero para pagar las cuentas, la nómina, hay que lidiar con los conflictos personales entre empleados, hay que informar muy bien al personal de apoyo sobre la labor a realizar, so pena de que le estén consultando siempre al abogado de la toma de decisiones. Y sobre todo, hay que mantener la oficina en excelentes condiciones estéticas.

Los problemas en esta oficina eran notorios: El mobiliario de la oficina amenazaba ruina, los procesos judiciales estaban apiñados en cualquier parte, cuando tenía que salir a cumplir mis labores de dependiente tenía que esperar al abogado para que me diera dinero, o de lo contrario yo tenía que poner de mi plata para desplazarme. Y como si esto fuera poco, no faltaban los chismes entre las compañeras de trabajo (aparte del abogado, yo era el unico hombre).

No digo que trabajar allí fuera un infierno, pero realmente me motivó a querer un trabajo distinto. Como mínimo, tener una oficina pequeña, que pudiera llevar yo solo, ya que en 2009 ser un abogado digital era algo impensable. No tanto porque no existieran los medios técnicos para hacer teletrabajo (que en el 2009 existía casi lo mismo que tenemos acá) sino porque no se concebía la profesión de otra manera.

Eventualmente dejé ese empleo, y me puse a trabajar en otro de medio tiempo, en el cual no existían los problemas que mencioné en la primera oficina, sino otros inherentes a una oficina que queda en la casa: Ver familiares andando en chanclas por la oficina, no tener dónde acomodar a los clientes cuando llegaban y tenían que esperar a que los atendieran, o ver como se manejaban otros negocios distintos al ejercicio de la abogacía en el mismo espacio. Y era entendible, ya que finalmente esa oficina sólo era una casa convertida en despacho de abogados.

Ambos empleos tenían algo en común: Para sostener la oficina, ambos le cobraban dinero a bancos. Esta situación es desagradable porque el banco prácticamente te vigila para que hagas sus labores. Y una de las formas en que lo hacía era subiendo un informe antes de las 5 pm a una plataforma donde estaba toda la información de esos procesos. Si esto no se hacía, pues llamaban del banco a preguntar qué había pasado.

Lo peor es que los bancos ni siquiera pagaban bien. Ese dinero sólo alcanzaba para cubrir los gastos fijos de la oficina, como los servicios públicos y similares. Sin embargo, el trabajo a realizar era desgastante, no sólo por lo que implica supervisar más de 100 procesos ejecutivos , sino por la carga emocinal que implicaba lidiar con los deudores en dificultades que venían a hablar con nosotros para solucionar sus problemas.

Por lo anterior, uando me gradué en 2010, y debido a una situación económica dificil, es que decidí promocionar mis servicios de forma virtual. Si de algo estaba seguro era de no querer trabajar nunca cobrando dineros, y de que yo no iba a trabajar para pagar cuentas. Quería todo el dinero para mí, ser el verdadero dueño de mi tiempo y no gastar más dinero del necesario.

Para promocionar mis servicios, lo primero que hice fue escribir este blog, que la unica pretensión inicial que tenía era dar a conocer mis servicios, y que la gente supiera que yo SI SABÍA de los temas para los cuales me contrataban, ya que cuando eres recien egresado la gente asume que la falta de experiencia en ciertos temas es sinónimo de que no sabes lo que haces. Pero la razón más importante para escribir este blog es simplemente porque me gusta escribir. Creo que si no lo disfrutara tanto no sería tan constante con él.

En 2010, la forma más fácil para promocionar tus servicios era poner tu ubicación en google maps, lo cual hice poniendo la dirección de mi casa. A los primeros clientes que tuve los atendía allí, pero a veces hacía visitas domiciliarias. Con el tiempo, acabé con esa posiblidad porque los clientes llamaban a la casa a cualquier hora, o aparecían en la casa también a cualquier hora.

Desde entonces, ya han pasado 10 años ejerciendo como abogado independiente, y en esos 10 años aprendí a ser un mejor abogado digital día tras día. No habría podido llegar a donde estoy ahora si las herramientas tecnológicas no hubiera evolucionado tanto, ya que sin whatsapp mi labor sería más difícil (estaba el blackberry, pero esa herramienta era insuficiente)

Creo que esos 10 años me conceden la autoridad suficiente para dar algunas recomendaciones sobre cómo ser abogado digital. Pero antes de mencionar esas recomendaciones, considero que la más importantes de todas las recomendaciones es hacer lo que más se acomode a su personalidad. A mí estas medidas me funcionaron porque yo soy algo introvertido, pero sé que hay gente extrovertida para la cual esto es dificil, incluso para ellos ya es dificil estar encerrados en la casa. Para ellos, lo mejor es tener paciencia y adaptarse lo más posible a la situación, que seguramente es pasajera.

Recomendaciones para abogados que deban trabajar desde sus casas

  1. Quitese todos los prejuicios sobre el teletrabajo de su cabeza: El teletrabajo NO son vacaciones, NO es estar en sudadera en la casa como un desempleado, NO es estar disponible para hacer favores. NO, no y no!. Usted está trabajando, y debe mantener el mismo ritmo de trabajo que lleva en una oficina. recuerde que a camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
  2. Fije un horario de inicio y fin de sus labores, y respetelo. En mi caso, yo comienzo a atender a las 8 am de lunes a viernes y hasta las 6 pm. Después de esa hora no atiendo a absolutamente nadie, porque es mi hora de descanso. Es importante descansar y concentrarse en algunos pasatiempos, porque si usted se concentra sólo en trabajar al final va a convertirse en alguien monotemático y alejado de sus seres queridos.
  3. Ponga límites en su casa. Debe decirle a su familia que usted está trabajando y que no pueden contar con usted para cosas como arreglar daños o similares. Esto no significa que deba ser una mierda y no haga favores, pero sí poner un límite para que no lo carguen de labores domésticas.
  4. Bañese antes de comenzar su jornada de teletrabajo, y por el amor de diox, vistase bien. No digo que usted deba andar con traje de sastre en su propia casa, o que no se privilegie la comodidad. Pero de la ropa que usted utilice para ejercer su labor dependerá la actitud que usted va a tener frente al teletrabajo. Y se lo digo por experiencia.
  5. Invierta en un buen micrófono, como mínimo. Si va a hacer vídeollamadas, nada peor que usar el micrófono de mierda de los computadores, ya que se escucha muy mal y no suele ser muy estable. Al menos compre una diadema de esas que tienen el micrófono incorporado.
  6. Cuando haga vídeo conferencias, pidale silencio a su familia. Por favor, no haga el ridículo permitiendo que sus clientes escuchen como lo maltrata su conyuge o como regaña a sus hijos. Si es posible, mejor retirese a otra parte si en su casa no tiene privacidad.
  7. Si debe salir, lleve consigo los auriculares del celular, o invierta en unos buenos (como los airpods, de Apple). No es aconsejable que ande con el celular en la calle en el oído, no sólo por salud sino para que lo escuchen mejor sus clientes.
  8. Atienda clientes desde el carro en la medida en que este tenga un buen equipo de sonido que aisle el ruido de la calle (para que los clientes no lo escuchen) y para que usted mantenga permanentemente las manos libres. Si debe enviar mensajes, entonces detenga la marcha del vehículo.
  9. Atienda clientes en su casa sólo si tiene un espacio separado para atenderlos. No nos atienda en la sala de su casa o en el comedor. Eso es muy boleta.
  10. No use la jornada laboral de teletrabajo para ir a pasear.

Una respuesta a “Consejos para abogados en cuarentena: ¿Cómo ser un buen teletrabajador?”

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